La Bicicleta

La Bicicleta, ¡Qué de recuerdos de cuando éramos pequeños! ¿verdad? Era un signo de libertad, de ir mas rápido, de sentir el aire fresco golpeando tu rostro, de saborear por vez primera la adrenalina, de sentirte mayor… Que añoranza rememorar esos recuerdos. Cuando era pequeño anhelaba que llegara el día y la hora en que mi madre me dejaba ir al parque vial situado cerca de mi casa donde, en un circuito cerrado, existían calles, semáforos, señales y hasta pasos de cebra. Allí me sentía mayor y jugaba con mis ilusiones. En aquel mismo parque fue donde comencé mis primeras andanzas en este peculiar vehículo. Al principio con dos ruedines, luego, con uno y finalmente, sin ellos. Mi padre era mi fiel y solitario compañero, el que me ayudaba y me enseñaba. ¡La de hostias que me di para aprender a conducir aquel viejo hierro rojo! Ahora, muchos años después, sigo utilizándola y disfrutando de aquellos sentimientos. Sigo experimentando la libertad de ir lejos en un vehículo que solo...