Cofrentes, un paraíso natural



 


















    Muchas veces tenemos un lugar increíble cerca de nosotros, pero estamos tan ensimismados en otros tan lejanos que no somos capaces de apreciarlo. Tal es el caso de Cofrentes y su entorno. Una zona de interior de la provincia de Valencia donde puedes evadirte del ritmo frenético de la vida cotidiana y conectar plenamente con la naturaleza.

Recientemente, aprovechando que, por motivos laborales, tengo que pasar periodos de tiempo residiendo en este lugar, he descubierto lugares mágicos muy interesantes para visitar. Comencemos…

 

En primer lugar, muy cerquita del pueblo (Cofrentes), tenemos el volcán de Agrás. Ya extinto, sí, pero es el único nacimiento volcánico reciente (menos de 2 millones de años atrás) existente en la Comunidad Valenciana. Situado en un cerro a 527 metros de altura, es un lugar espléndido para hacer una caminata y para, posteriormente, relajarte y bañarte en el cercano balneario de Hervideros, lugar de aguas termales calentadas por la expulsión de CO2 (anhídrido carbónico) y CH4 (metanol), que proviene de una cámara magmática instalada en la profundidad de la tierra. Otro de los principales atractivos de este lugar, es una bomba volcánica de grandes dimensiones que fue expulsada por el volcán. Aquí tendrás que hacerte la típica fotografía de turista al lado de ella para apreciar sus dimensiones.

 

Por otro lado, desde el embarcadero de Cofrentes, existe la posibilidad de realizar una actividad muy recomendable y enriquecedora, la ruta fluvial del rio Júcar. Esta ruta transcurre entre las poblaciones de Cofrentes y Cortés de Pallas. Navegarás en un pequeño barco entre los cañones del Júcar disfrutando de un agradable paseo con vistas a unos paisajes espectaculares, insólitos, salvajes y recónditos. En aproximadamente hora y media realizarás unos 30 kilómetros por las turquesas aguas del rio Júcar encajonadas entre imponentes y grandes paredes verticales de roca.

 

No muy lejos de este último lugar, en el camino viejo que une Cofrentes con Cortés de Pallás, ya en el término municipal de este último, encontramos las pozas del Ral. Unas maravillosas piscinas naturales que invitan a pasar horas refrescándose en sus aguas cristalinas. Alrededor de nosotros, solo barrancos y montañas, ni rastro de civilización humana. Es un lugar idóneo para desconectar de la rutina, conectar con la naturaleza y recargar nuestras pilas de energía verde. Para bajar a ellas, desde el aparcamiento donde dejaremos nuestro vehículo, hay cerca de un kilómetro de sendero descendente que se hace en apenas 15 minutos.

 

Tanto en Cofrentes como en Jalance tenemos dos hermosos castillos medievales. El primero se encuentra situado a 394 metros sobre el nivel del mar, en la parte más alta de la localidad y a 95 metros, sobre el nivel del cauce del río Cabriel. Está construido en roca basáltica de origen volcánico, sobre una de las chimeneas del Volcán de Agrás. Su origen data del Siglo XI, en época islámica, pero alcanzó su máximo esplendor económico entre los Siglos XVI y XVII.

El segundo, también de origen musulmán, data igualmente del Siglo XI. Está construido sobre la base de un antiguo asentamiento íbero y se encuentra en lo alto del cerro que domina el municipio. Esta fortaleza tenía un claro objetivo y era defender el pueblo, ya que Jalance y el resto de localidades limítrofes formaban una frontera natural con los antiguos reinos de Castilla y Aragón.

 

Otro gran atractivo es el rio Cabriel. Pasear junto a su rivera es una delicia. Desde el mismo Castillo de Cofrentes, es posible bajar al rio y disfrutar de una agradable caminata casi tocando sus verdes aguas. A escasos kilómetros alcanzaremos un pequeño embarcadero donde poder descansar y deleitarnos con las hermosas vistas. Si queremos andar más podemos hacer una ruta circular de 16 kilómetros que trascurre siempre paralela al rio y en la que visitaremos una central hidroeléctrica y algún que otro molino o noria de agua. Tras su paso por Cofrentes, el rio Cabriel se unirá con el Júcar continuando su marcha hasta desembocar en la localidad valenciana de Cullera, en el mar mediterráneo.

 

En Jalance, existen también algunos lugares bien escondidos y poco conocidos para tomarse un agradable baño en un remanso del Rio Júcar. Para ello habrá que hacer una pequeña caminata de unos 4 kilómetros desde el pueblo o, si lo prefieres, también es posible llegar en coche (al menos a uno de ellos).

No voy a dar detalles de donde se encuentran por su reducido espacio y para que mantengan esa belleza, magia y tranquilidad, y no se masifiquen de gente. Si los encontráis, lo más probable es que si hay personas en el lugar, sean de la zona.

 

¿Y cómo me voy a dejar sin nombrar el castillo de Chirel? Imponente y ensoñador sobre los cañones que forman el rio Júcar. Ya en el término municipal de Cortés de Pallás, este mirador natural hará en nuestros ojos chiribitas. Es uno de los lugares más mágicos de la Comunidad Valenciana. Data del Siglo XV, aunque es de origen y desarrollo netamente musulmán. Está incluido en la lista de patrimonio rojo -serio peligro- y necesitaría una buena reparación. Sería una pena que acabara desplomándose en su integridad. En la Edad Media, controlaba perfectamente todo el tráfico por la vía del Júcar, hoy embalsado por toda la zona que puede verse desde lo alto de la antigua construcción, zona que servía por entonces, la del Valle de Ayora-Cofrentes, de frontera entre los reinos de Castilla y Valencia. Para llegar a él, se puede hacer mediante un sendero que sale desde el embarcadero de Cofrentes y que en una hora y poco (4 kilómetros) te llevará hasta la cima. También desde la carretera que une Cofrentes con Cortes de Pallas, existe otra posibilidad de ruta mediante otro sendero algo más corto que el anterior.


    Hasta aquí los atractivos turísticos que más destaco de la zona. Si bien, existen innumerables rutas de senderismo y pueblos colindantes que igualmente merece la pena descubrir. Todo es cuestión de tener ganas de perderse y aventurarse en ellos.

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