Traspirenaica en moto, 1000 kilómetros de Cabo a Cabo
Ruta Transpirenaica en Moto
Desde Creus a Higuer,
del Mediterráneo al Cantábrico, de Gerona a Hondarribia (Guipuzcoa)
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9 de octubre
de 2023. Etapa 1: Catarroja(Valencia)-Gerona, 455 kilómetros.
Suena el despertador. Son las
07:00 horas. Tengo dos horas antes de que me recojan de mi nueva casa en Huércal
Overa (Almería). Hace apenas un mes me he mudado desde Catarroja (Valencia) y
aunque ya he realizado la mudanza me falta traerme a Vigomi, mi moto. Se
encuentra allí, en la ciudad del Turia así que hoy me dispongo a recogerla y,
antes de volver a casa, realizar una ruta mítica, la Transpirenaica. Desayuno
algo fuerte pues creo que estaré bastante tiempo sin comer, preparo los últimos
bártulos y puntual me recoge Inmaculada de Bla Bla Car.
Es un viaje agradable y ameno.
En apenas cuatro horas estamos en Catarroja, mi destino. Recojo a Vigomi, le
doy dos palmaditas en el falso depósito y le susurro algo bonito. No me falles
bonita, nos quedan muchos Kilómetros por recorrer juntos y una gran aventura
que compartir.
A las 14:00 horas salimos
rumbo a Gerona donde pasaremos la primera noche. El viaje es rápido y directo.
Todo autovía, AP-7. Paro a repostar en las inmediaciones de Barcelona y llego a
Salt (Gerona) sobre las 18:30 horas. Me alojo en un Airbnb. Mi anfitrión se
llama Dani. El barrio donde me hospedo parece otro país. Observo muchísima
inmigración y jaleo en la calle por lo que temo por Vigomi que pasará la noche
al raso pero Dani me dice que es una zona segura y que no pasa nada. Al día
siguiente comprobaré que me decía la verdad.
Tras dejar mi equipaje en mi
habitación compartida marcho a la capital de Gerona distante apenas 5
kilómetros para conocerla un poco. Doy un paseo de unos 3 kilómetros a la luz
de la luna por el centro histórico visitando los lugares más emblemáticos de la
ciudad, y vuelvo a Salt para cenar y descansar. Mañana iba a ser un día
intenso.
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10 de
octubre de 2023. Etapa 2: Gerona-Ripoll, 285 kilómetros.
El despertador suena a las 06:15
horas. No he dormido mal pero como es habitual en mí, no lo he hecho de un
tirón. Además noto unas agujetas de caballo fruto de una media maratón que
realicé antes de ayer. Me pongo en pie no sin dificultades, y lo primero que
hago es mirar la moto desde el balcón, Vigomi parece estar bien. Cojo mi
equipaje y salgo sin hacer demasiado ruido para no molestar a mis dos
compañeros de habitación. En principio ayer había uno pero de madrugada llegó
otro. Antes de salir de la casa, desayuno magdalenas y café. Las primeras las
compré ayer en una tienda de barrio de las inmediaciones y el café fue cortesía
de Dani que tenía una maquina de capsulas en la cocina.
A las 07:30 horas ya con el
equipaje bien atado a Vigomi comienzo a circular. Hace fresco, se nota que la
temperatura es mas baja y que ya estamos en otoño. No obstante a lo largo del
día irá subiendo obligándome a despojarme de alguna ropa de abrigo.
Tras circular una media hora
por la AP-7, paro en Figueres. Quería conocer esta pequeña ciudad. Un compañero
de trabajo, Valentín, me había hablado bien de ella. Circulo un poco por la
zona vieja pasando al lado de algunos lugares emblemáticos como la Casa-Museo
de Salvador Dalí o la impresionante Fortaleza de Sant Ferran.
Luego, por la carretera C-260,
me dirijo a la costa para conocer Castelló de Ampuria y Ampuria Brava. Ambos me
fascinan. El primero es un pueblecito medieval con una preciosa Joya, la Basílica
de Santa María, y el segundo me recordó a Venecia con sus canales serpenteando
por las calles de la localidad.
Desde Figueres hasta Castelló
de Ampuria una niebla bastante densa me acompañó pero ya en la costa comenzaba
a disiparse. La previsión del tiempo, según me había informado, sería bueno.
Espero que no falle.
Otra cosa que no puedo dejar
de destacar es la gran cantidad de banderas esteladas independentistas que he
visto desde que ayer entré en Cataluña. Es un nacionalismo puro que asusta. Me acamparán
durante todo mi recorrido por la Comunidad Catalana.
Estaba disfrutando de las
espectaculares vistas y aún no había empezado la propiamente dicha Ruta
Transpirenaica. Lo que me esperaba por ver superaría con creces todo lo visto
hasta ahora.
Desde Ampuria Brava fui a
Roses donde otra Fortaleza conocida como La Ciudadela me sorprendió gratamente.
Así mismo, sus magníficas playas invitaban al baño y el sol comenzaba
tenuemente a calentar. Desde aquí fui a Cadaqués, un pequeño pueblecito costero
con muchísimo encanto. Esto iba de mejor a mejor, ¡que maravilla!, me es tan
difícil expresar con palabras lo que estaba viendo…
Tras un breve paseo a lomos de
Vigomi por Cadaqués, tomo rumbo por la carretera GI-614 al Cabo de Creus. Para
llegar aquí hay que tomar una carretera sinuosa, estrecha y algo rota. Mis ojos
chirrían y no dan abasto para captar tanta belleza. Ya estamos al comienzo de
los Pirineos. Quiero pararme a cada momento, pasear por aquí y por allí, ver
cada pueblo… pero lo cierto es que la esencia del viaje es cruzar los Pirineos
en moto y no puedo entretenerme continuamente ya que si no necesitaría 10 días
en vez de tres.
Son las 10:30 horas y
oficialmente comienzo La Transpirenaica. Desde el Cabo de Creus tengo que
volver a Cadaqués por el mismo camino y desde aquí me dirijo por la GI- 613 y
la GI-612 al Port de la Selva y a Llança. Voy paralelo al mar. Podría haberlo
hecho por la montaña pero hay niebla y no voy a ver nada.
Una vez en Llança, tomo la
Nacional 260 y luego es un no parar de rutear adentrándome en las montañas por
las siguientes carreteras: C-252, GI-603, GI-602, GI-502 y la GI-503. Ahora ya
estoy metido de lleno en los Pirineos. Las vistas son maravillosas. Hace un día
espléndido y estoy disfrutando como un niño. De repente me doy cuenta de que estoy
en Francia desde hace un rato. Fue justo en el Col du Coustouges a 821 metros
sobre el nivel del mar cuando lo hice. Únicamente me di cuenta cuando comencé a
ver señales en francés. La parte francesa era muy bonita y estaba muy cuidada.
Las carreteras eran más sinuosas y enrevesadas y a diferencia de España donde
los pueblos están fuera de las vías principales, aquí a menudo los cruzamos. Supongo
que esto es normal y que el motivo de lo revirado de las vías es la situación
generalizada de estar en la cara Norte del pirineo. Continué por la D-3 y la
D-115 hasta llegar de nuevo a un puerto de montaña situado a 1185 metros, el
Col de la Seille.
Luego bajada y de nuevo subida
hasta el Col du Ares a 1513 metros donde tras cruzarlo, otra vez me encontraba
en España, de nuevo en la provincia de Gerona. Ruteé por las carreteras C-38,
N-260 y C-26 hasta llegar a Ripoll, mi lugar de parada y descanso hasta el día
siguiente.
Hoy había sido un día
increíble. Aprovechado e intenso, con un disfrute continuo, con unas vistas
privilegiadas por unas carreteras muy divertidas cruzando pueblecitos de
ensueño. ¡Que bonito es el Pirineo Gerundés!
Eran casi las 17:00 horas así
que tras hospedarme en el Hotel La Trobada, me duché, preparé el equipaje para
mañana y justo cuando estaba dispuesto a marchar a dar una vuelta por Ripoll me
llaman desde la recepción del hotel indicándome que si podía hacer el favor de
mover un poco la moto para que cupiera otro vehículo. Cuando me dispongo a
mover la moto descubro que un coche se ha pegado tanto que me impide bajarla
del caballete. Me cabreo. Tengo que girar la moto sobre el caballete para poder
bajarla y moverla. Durante todo el proceso se encuentra la dueña del hotel y la
pareja del coche que iba a aparcar. La primera, agradecida, me invita a una
cerveza que bebo sentado en el porche del hotel y el segundo me cuenta su planning
de viaje. Salió hace unos días desde Barcelona y está haciendo junto a su mujer
la vuelta a Cataluña. Conversamos mirando un mapa en el que tiene señalada la
ruta. Me aconseja lugares para visitar pero no podrá ser en este viaje, me
quedan muy a desmano. El hombre de unos 70 años de edad poseía un pin con un
lacito amarillo en la camiseta. Este lacito es el símbolo para la liberación de
los condenados por el referéndum ilegal del Process que se celebró en Cataluña
el 1 de octubre de 2017. De política, por supuesto no hablamos. Se que no
tendríamos las mismas ideas. Al final me dieron casi las 20:00 horas charlando
con él. Tras despedirme, fui a dar una vuelta de unos dos kilómetros por el
pueblo. Aproveché para comprar algo para cenar y desayunar el día de mañana y a
continuación, marché al hotel a descansar. Ripoll era pequeñito pero tenía su
encanto. La caminata, después de tantas horas en moto, me vino bien para
estirar las piernas y mover el cuerpo.
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11 de
octubre de 2023. Etapa 3: Ripoll(Gerona)-Jaca(Huesca), 550 kilómetros.
A las 06:30 horas estoy en
pie. Aún no se el día que me espera hoy pero será largo, muy largo. Noto un
picor en la garganta que desde ayer ha ido a más. Creo que estoy resfriándome. Por
lo menos las agujetas ya están menguando. Tras desayunar y preparar el equipaje
estoy saliendo a lomos de Vigomi sobre las 07:30 horas. Tomo la carretera N-260
dirección Norte. Hace frio. A veces durante la ruta iba sin guantes para poder
manipular más fácilmente el móvil o la cámara y no tener que estar
quitándomelos y poniéndomelos continuamente. Pero ahora es imposible conducir
sin ellos.
Conduzco hasta el Collado de
Toses a 1800 metros sobre el nivel de mar y luego me desvío hacia la Estación
de Esquí de La Molina. Esta zona es muy bonita y disfruto con las construcciones
típicas del lugar así como las montañas que lo rodean. Se nota el cambio de
vegetación debido a la altitud. Al comenzar la ruta los arboles eran los
protagonistas pero ahora la vegetación baja de alta montaña lo cubre todo
dejando ver la roca. Esto me pasará muchas veces durante toda la ruta ya que es
un subir y bajar continuo cruzando innumerables puertos de montaña.
Pasado La Molina tomo rumbo a Puigcerdà
y Llivia. Había escuchado tanto el primero que no podía no pasar por allí. Se
encuentra a escasos kilómetros de la frontera con Francia. Es un pueblo bonito,
en un entorno privilegiado y con unas construcciones típicas para soportar el
frio invierno y la nieve. Por otro lado, Llivia tiene una situación particular.
Es una ínsula de tierra española enclavada en territorio francés. Algo así como
el Condado burgalés de Triviño en Navarra o Petilla de Aragón perteneciente a
Navarra pero afincado en Aragón. Se encuentra a escasos 5 kilómetros de
Puigcerdà y posee un pequeño centro historio medieval así como la farmacia mas
antigua de Europa, hoy convertida en museo.
Continuo por la Nacional y la
siguiente población grande que me encuentro es La Seu D’Urgell ya en la
provincia de Lleida. Doy una pequeña vuelta por el centro y vislumbro la
bellísima Catedral de Santa María. No puedo entrar dentro ni detenerme
demasiado porque no me fio de dejar la moto con todo el equipaje fuera de mi
vista. Esto me pasará durante toda la ruta. Hay lugares a los que debo volver para
verlos más detenidamente.
Por el momento hoy la ruta
está siendo rápida ya que las carreteras no tienen demasiadas curvas pero lo
que no sé es lo está por llegar al final de la jornada… no será fácil. También
el sol ha empezado a calentar y ya me va sobrando alguna que otra prenda de
abrigo.
Paso el Coll del Cantó situado
a 1725 metros y posteriormente llego a la localidad de Sort. Continuo por la
C-13 y aquí la carretera comienza a cambiar. Ya no es la típica y cómoda
nacional. Ahora se estrecha y se convierte mas en una carretera de montaña.
Toca subir otro puerto, el Puerto de la Bonaigua a 2072 metros para luego bajar
a Baqueira-Beret y Vielha. Este puerto será el segundo más alto que ascienda
por detrás del mítico Tourmalet. El paisaje de alta montaña es precioso y la
carretera un disfrute para los moteros. Me cruzo con muchos de ellos y también
con bastantes ciclistas. También hay animales en libertad, principalmente vacas
y algún que otro rebaño de ovejas. En una curva del puerto observo una bandada
de buitres posados en el suelo devorando lo que parecía ser algún animal
muerto, probablemente alguna vaca. Fue impresionante ver a aquellas gigantescas
aves tan cerca. Estoy en un lugar privilegiado, el Valle de Arán. Cruzo Vielha,
un pueblo que vive del invierno y principalmente del Esquí. Me gusta. Reposto.
Me atienden estupendamente y continuo por la N230 hasta cruzar el Col du
Portillón (1293m) entrando en Francia. Ahora la carretera se convierte en la
D618. Observo como en Francia los coches van como locos. Estamos por carreteras
de montaña pero parece no importarles demasiado. No sé el índice de accidentes
de tráfico que habrá en Francia y también sé que yo voy bastante despacio pero
me da la sensación de que la velocidad que llevan muchos no es la adecuada. En
el lado español creo apreciar que se conduce con algo más de precaución.
Antes de llegar a
Bagneres-de-Luchon tengo un problema mecánico serio. Bajando el puerto el freno
trasero deja de funcionar. Bombeo el pedal pero se viene abajo. Comienzo a
reducir con el freno de motor y con el delantero y milagrosamente consigo
detener la moto antes de llegar a la curva. Estaciono en una explanada y
compruebo la moto. El freno no funciona, la acción del pedal no hace efecto. Me
pongo a pensar y a contactar con mi hermanos de Club a través de WhatsApp. Los
Ovelles Negres de Melilla me dicen que puede ser que me haya entrado aire en el
circuito, que debería purgarlo. Pasado un rato observo que aunque mal, vuelve a
frenar algo. ¿Se habrá sobrecalentado?. Opto por continuar muy lentamente sin
tocar demasiado el freno, solo lo mínimo imprescindible. Pero así no puedo
seguir. Todavía queda mucha ruta por delante. El Col du Tourmalet con su bajada
empinadísima entre otros. Decido parar en Bagneres y allí hablo con Miguel, un
amigo del club y una persona excepcional de mi tierra, Melilla. Me tranquiliza
escucharle, siempre está predispuesto a ayudar. Me dice que compre liquido de
freno y que mediante videollamada me va a ayudar a pugarlo, comenta que es
posible que me haya entrado aire al circuito y que por eso no frena. Accedo,
cuelgo y me dispongo a buscar algún lugar donde comprar el dichoso liquido de
frenos. Voy a un Lidl, no hay. Después a una gasolinera y desde la cristalera
veo que si que tienen. Me pongo contento. Voy a entrar y compruebo que está
cerrada. Es autoservicio pero la tienda está cerrada y no hay nadie para
abrirme. Me maldigo. Vuelvo en dirección al pueblo y, de casualidad, veo un
taller. Bendito sea. Voy hacia él. Aparco la moto y, con una amplia sonrisa y
cruzando los dedos, le pregunto a la chica de recepción si habla español. Me
dice señalando a uno de los mecánicos que él sí. Espero, y el mecánico, un
joven rubio que estaba aparcando un coche se dirige hacia mí. Su español no es
muy bueno pero en cualquier caso es infinitamente mejor que mi nulo francés. Le
explico como puedo lo que le pasa a la moto. La observa y finalmente tras un
rato contemplándola, llama a otro mecánico. Se ponen a hablar y finalmente
optan por añadir liquido de frenos y purgar el circuito para extraer el aire.
Al cabo de 15-20 minutos parece que lo han conseguido. Me dicen que eso es un
taller de coches y que normalmente no hacen esto. Que si no funciona y el freno
sigue sin frenar es otro problema mas grave del circuito. Le doy las gracias y
le pregunto qué le debo. Habla con la recepcionista y me dice 25 euros. Le pido
una rebaja y me lo deja en 20 euros. Creo que no es mal precio. Me ha sacado
del apuro, puedo continuar mi viaje y para mas INRI esto es Francia y aquí los
precios son mas elevados que en España. Marcho del lugar y pruebo el freno,
parece que va bien. Rezo porque así siga.
Aún me queda bastante tiempo
para llegar a Jaca, mi destino final. Allí me espera Jhony, un hermano del Club
Ovelles que actualmente vive en Zaragoza. Como no le pilla muy lejos quiso
venir a Jaca para verme. Cenaríamos juntos y dormiríamos en la Ciudad Oscense.
Me siento mal porque se que voy a llegar tarde.
Continuo ahora parando aun
menos que antes y pensando en llegar. Paso el Col du Peryresourde (1569m) y tras
bajarlo, pronto llego a otro puerto, el Col du Aspin (1489m). Este último me
encanta, es muy pintoresco. Además coincido con un motorista que conduce una
moto clásica, no alcanzo a ver cuál es pero voy siguiendo su trazada y me
facilita enormemente el trabajo. Poco después comienzo la ascensión al mítico
Col du Tourmalet a 2115 metros. Esta zona es espectacular, una de las mas
bonitas de toda la Transpirenaica. Desde Bagneres hasta la bajada del Tourmalet
es una delicia. Voy cruzándome con ciclistas y motoristas. También me cruzo con
vacas en medio de la carretera e incluso veo Alpacas. Campan a sus anchas en
este su territorio. Es precioso todo. El sol luce en el cielo y el paisaje va
cambiando a medida que cojo altitud. El freno funciona bien. Todo es maravilloso
y mágico. Todo salvo el tiempo justo con el que voy si quiero ver a mi amigo.
Me pararía mucho más de lo que hago. Haría muchas más fotos pero tengo que
darme prisa. Ya comienza a atardecer y la noche se me va a echar encima pronto.
Circulo por la D921 y a
continuación por la D821. Voy a Argelés-Gazost y luego a Lourdes. Tenía que
pasar por aquí. Se que voy a perder un poco de tiempo pero hace muchos años pasé
no muy lejos y me quede con el gusanillo. Hoy lo hago realidad. Circulo por las
agitadas y tumultuosas calles de Lourdes y veo, desde lejos, eso sí, la famosa
y archiconocida Basílica de Lourdes. Me quedo con ganas de ver más, volveré.
Deshago el camino hasta Argelés-Gazost de nuevo y emprendo la subida al enésimo
puerto del día, el Col du Soulor (1474m) y posteriormente, el Col del Ausbique
(1709m) por la carretera D918. En la semioscuridad de la casi noche, el paisaje
desolado se hace tan bello…
Pero estoy bastante cansado y
para mi desgracia se cierne la noche cerrada sobre mí. Ya no veo nada y
comienzo a tener frio. No sé qué temperatura hace pero por las sensaciones se
que ha bajado de 10 grados. Paro la moto en la carretera D934 que me lleva al
Puerto del Portalet (1794m) después de haber pasado la estación de esquí de
Gourette, y me abrigo con ropa que tenía en las maletas. Ahora voy más calentito.
Ya me queda apenas una hora para llegar.
El cielo es espectacular, miro
hacía arriba y un manto de estrellas lo cubre todo. Las siluetas de las
montañas en la oscura noche y los numerosos carteles que advierten del peligro
de avalanchas me dicen que estoy en un lugar privilegiado. Como me gustaría
acampar aquí, descansar, y quedarme anonadado mirando el infinito celestial
para amanecer mañana rodeado de bellas montañas, pero no puedo, Jhony me
espera.
Tras 20 kilómetros de puerto,
cruzo la frontera del Portalet y por fin estoy en Huesca, Aragón, España, ¡Que
alegría!. Por fin puedo ver un Cartel con letras que rezan ‘’Bienvenido a
España’’. Ahora me siento en casa, mas que nunca. Paro en las inmediaciones de
Formigal para repostar, en la carretera N-260a. Ya solo me quedan 30 minutos.
Le mando un WhatsApp a Jhony que me responde que está dando una vuelta por el
centro de Jaca.
Casi sin darme cuenta llego a Sabiñánigo
y doy una vuelta por las inmediaciones. Tenía ganas de ver este pueblo porque
tengo gente querida que proviene de aquí. Es pequeño y lo cruzo, entro por el
oeste y salgo por el este.
Ahora sí, tomo dirección Jaca
por la A-23 y enseguida arribo. Son las 22:00 horas. Sigo la ubicación que me
ha pasado Jhony y por fin llego. No me lo creo. Ha sido un día larguísimo,
estoy muy muy cansado y para más desgracia mía, el resfriado que sospechaba
esta mañana ya ha llegado fuerte, pero tengo que hacer un último esfuerzo para
charlar y compartir un poco de tiempo con mi amigo... En lo referente al
catarro, he ido empeorando a medida que el día avanzaba. Tengo mucha mucosidad.
Me temo que este frio no me va a venir muy bien.
Dejo la moto aparcada al lado
de la suya en el que será nuestro alojamiento en la noche de hoy y nos vamos a
cenar al centro de Jaca. La suculenta cena me templa un poco y me devuelve el ánimo.
La agradable conversación también ayuda. Después de cenar, damos un paseo a pie
por las calles de la pequeña ciudad y finalmente nos retiramos a nuestro
aposento a descansar. Ha sido poco tiempo el que hemos compartido juntos pero
los acontecimientos han sucedido así. Mañana tendremos oportunidad de compartir
más.
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12 de
octubre de 2023. Etapa 4: Jaca(Huesca)-Faro Higuer(Hondarribia)-Zaragoza, 610 kilómetros.
A las 07:00 horas suena el
despertador. Tengo que seguir pero estoy muy cansado. Además no he dormido
bien, el resfriado me está puteando. Pensaba que había puesto el despertador a
las 07:30 horas para descansar un poco más pero al parecer me equivoqué.
Comenzamos a recoger los
bártulos y nos vamos a desayunar a una cafetería cercana a la espectacular
Ciudadela. Este lugar es muy bonito y curioso. Posee un foso en el cual viven ciervos
en semilibertad. Ayer los vimos en la sombra de la noche pero hoy podemos
contemplarlos en todo su esplendor.
Después de desayunar sin mucha
dilación Jhony y yo nos despedimos. Él se marcha de nuevo a Zaragoza y yo
continuo hacia el final de La Traspirenaica, el Cabo Higuer, en Hondarribia.
Esta noche nos volveremos a ver otra vez pues me quedaré a pernoctar en su
casa.
A las 09:00 horas me pongo en
marcha. Primero por la N-330 donde a medio camino paro para ver Canfranc y la
Estación de Canfrac. El primero es un pueblo pequeñito con mucho encanto y
calles empedradas, el segundo es una gigantesca estación de trenes que iba a
conectar Francia con España y que quedó en desuso. Hoy en día es un espectacular
hotel de 5 estrellas.
Paso por Candanchú y en las
montañas observo la estación de Esquí. Pronto llegaran las primeras nieves.
Cruzo el Puerto de Somport 1640 metros sobre el nivel del mar y entro a Francia
por cuarta vez en este viaje. Ahora la N-134 por la que circulaba se convierte
en la D918. Antes de llegar a Oloron-Ste.Marie me desvío a la derecha por la
D26 hasta alcanzar el pueblecito de Larrau. El camino hasta llegar aquí es
precioso. Ha cambiado. Ya no son los altos pirineos que he dejado atrás. Ahora
las montañas son mas bajas y mas húmedas. Se nota la proximidad del mar cantábrico.
Me dispongo a subir un espectacular puerto de montaña del mismo nombre que el
pueblo Larrau pero me encuentro un cartel que indica que está cerrado. Me paro,
pienso y observo. Hace un día precioso y un sol que luce de justicia. No
entiendo porque está cerrado. La otra opción que tengo es dar un volteo
bastante grande y ascender por otro puerto cerca de Irati. Perdería mucho
tiempo. Entonces una mujer muy amable pasa por mi lado y me dice en francés ‘’c'est
ouvert’’. No puedo evitar esbozar una sonrisa. La primera razón es porque la he
entendido y la segunda porque puedo proseguir mi ruta por donde tenía planeado.
Lo cierto es que no pudo ser
mayor acierto. El Puerto de Larrau (1578m) es largo, sinuoso y con mucho
desnivel pero intensamente bello. El paisaje de alta montaña vuelve a aparecer
por última vez en mi viaje. Una vez arriba del puerto cruzo de nuevo la línea
divisoria que separa Francia de España y vuelvo a entrar a mi país. Ahora es
Navarra por la que circulo. Primero por la NA-178, luego por la NA-140 y
después por la N-135. Cruzo mucho pueblos con encanto y, sobre todo al
principio de la bajada del puerto, tengo que esquivar algunas vacas al igual
que hice en el Tourmalet.
Ya con signos de cansancio
llego a Roncesvalles y al Puerto de Ibañeta (1057m). Son las 15:30 horas
aproximadamente. No debo entretenerme mucho pues una vez llegue al final de la
Transpirenaica, el Cabo Higuer, tengo que dirigirme raudo y veloz a Zaragoza
distante a tres horas de viaje.
Cruzo de nuevo a Francia, esta
vez la N-135 se convierte en D933. Pero antes de hacerlo paro a repostar en la
última gasolinera española, en la localidad de Valcarlos. La gasolina, a
1’85cts/litros, es cara en comparación con España y barata si la cotejas con
Francia. Lleno el depósito, con esto ya llegaré a Hondarribia sin duda.
Llego a Sant Jean Pie de Port
algo antes de las 16:00 horas. En este pueblo comienza oficialmente el Camino
de Santiago francés. Es precioso. Un pequeño canal lo cruza. Posee una bonita
ciudadela en la parte alta. Existe bastante tráfico por su calle principal y
hay mucha gente paseando por sus callejuelas. Me encantaría parar y verlo a
pie. Callejear y fotografiar rincones pero una vez más tengo que declinar ese
deseo. En su lugar voy a una de las entradas de la Ciudadela donde me delito un
poco con las murallas. Aquí no había mucha gente, podía aparcar la moto sin
dificultad y no alejarme mucho de ella. Tras unos minutos de descanso vuelvo a
lomos de Vigomi y continuo recorriendo la región francesa de Pirineos
Atlánticos. El paisaje es precioso pero ya no tanto como más al interior, como
al principio del día. Eso sí, hace mucha calor. La temperatura ha subido mucho
y me sobra ropa. Salgo de Sant Jean Pie de Port y circulo por la D-15 para
entrar de nuevo a España. Será breve. Tras subir y bajar el Puerto de Izpegi
(672m) tomo la N-121B que me lleva de nuevo a la frontera con Francia, esta vez
en la localidad de Dantxarinea. Ya queda poco.
Hace un día estupendo pero
tengo mucho calor, tanto que estoy agobiado. Tomo la D-4 y llego al pequeño
pueblo de Sare (Sara en español). Subo el último puerto de montaña, el Col de
Lizuniaga (220m) y me detengo en la línea divisoria entre Francia y España
nuevamente, será la última vez que lo haga en este viaje. Lo hago en una mesa
muy curiosa, la mesa de la concordia. La mitad de esta mesa se haya en Francia
y la otra mitad en España. Bera de Bidasoa, el pueblo al que me dirijo, y Sare,
el que acabo de pasar, celebran aquí cada cinco años una reunión donde
establecen pactos de buena vecindad entre ambos municipios. Lo hacen desde hace
centenas de años. Los acuerdos culminan con una bonita celebración, con una
fiesta. Descanso aquí durante unos minutos evocando tiempos pasados ya que no
es la primera vez que estoy en este lugar. Hace, algo mas de diez años, lo hice
en una ocasión muy especial y peculiar, y guardo muy buenos recuerdos de
aquella época. Que añoranza, como pasa el tiempo…
Retomo la marcha hasta llegar
al municipio guipuzcoano de Bera de Bidasoa. Acabo de entrar en la Comunidad
autónoma de Euskadi. Bera es un pueblo con mucho encanto repleto de casitas
blancas y un entramado de calles en el caso histórico digno de conocer. Observo
algunos turistas pasear con mapa y cámara en mano. Me dan algo de envidia
porque de tener tiempo de sobra y sitio para el equipaje de la moto, yo haría
lo mismo. Vuelvo a lo mío, salgo de Bera y conduzco por la N-121A donde ya no
me detengo hasta entrar en Hondarribia. Al principio lo hacía paralelo al
bonito rio Bidasoa pero ahora circulo por la ciudad. Hay un trafico infernal que
sumado al calor y al malestar catarral hace que esté deseando llegar a mi final
y emprender mi vuelta a Zaragoza donde me espera mi Jhony y su pareja.
Sobre las 17:30 horas llego
por fin al Faro del Cabo Higuer. Hay mucha gente y poco sitio. Aparco la moto
enfrente del Faro para hacer la típica foto y sin demorarme mucho marcho. Estoy
bastante agobiado, hay mucha gente, demasiada, y hace calor, también demasiado
(unos 34 grados). Es muy urbanita todo, demasiado para mi gusto. Vengo de la
tranquilidad de los pirineos, de una agradable temperatura, lejos del bullicio,
y toparme de nuevo con esta realidad no me es agradable. Prefiero la
tranquilidad de la naturaleza en su autenticidad, lejos de las aglomeraciones
de seres humanos. Mientras me hacía la foto y ya a punto de irme comienzan a
venir varios motoristas con sus flamantes BMW 1200 GS y alguna KTM Adventure.
Ni me saludan… solo uno de ellos se dirige a mi para preguntarme si me iba. No
porque le interesará mi persona sino por ocupar mi sitio y colocar todas las
motos juntitas para hacerse una foto. Le digo que sí, y me alejo unos metros
para no molestarlos. Mientras miro el GPS en el móvil para decidir mi camino de
vuelta a Zaragoza, oigo un estruendo que proviene de donde me encontraba. Me
giro y veo que una de las motos ha caído al suelo. Observo a los motoristas,
uno se lleva las manos a la cabeza. Vaya desastre pienso…
Tras marchar del lugar ya solo
me queda salir de Hondarribia y por vías rápidas llegar lo antes posible a
Zaragoza. Primero tomo la AP-8, después, la A-15, AP-15 y por último, la AP-68
que me lleva a la capital maña. Tengo que pagar cuatro veces peaje. En total,
unos 20 euros… vaya robo… tenía que cogerlos si o si porque la otra opción era
ir por carreteras nacionales o comarcales y no me convenían, perdería mucho
tiempo.
Paro a medio camino a
repostar. Sufro un poco cuando se me enciende la luz de reserva ya que la última
gasolinera la pasé hace unos 5 kilómetros y en el cartel anunciaba que no había
otra en los próximos cuarenta. Pero llego sin problemas.
A las 21 horas llego a
Zaragoza, concretamente al barrio de Santa Isabel, donde Jhony y María me
reciben con los brazos abiertos. Me sorprende muchísimo la amabilidad con la
que me tratan y la cena que han preparado. Les estoy muy muy agradecido. Me
alojo, me ducho y degustamos una suculenta cena de origen venezolana mientras
charlamos durante unas horas que se me hicieron muy agradables. Jhony y María
son dos personas excepcionales.
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13 de
octubre de 2023. Etapa 5: Zaragoza-Huércal Overa(Almería), 680 kilómetros.
Me despierto a las 07:15
horas. Sin demorarme mucho preparo todo el equipaje y subo a desayunar con
Jhony y María. ¡Vaya desayuno han preparado!, espectacular. Otra vez más me
sorprende muy gratamente su hospitalidad. Charlamos un rato mientras degustamos
los manjares que hay en la mesa y sobre las 08:15 horas tanto Jhony como yo
marchamos, el se va a trabajar y yo rumbo al sur, a mi nueva casa, en Huércal
Overa (Almería) donde pondré fin a mi aventura. Les agradezco enormemente a los
dos todo lo que han hecho por mí, de corazón. Estoy en deuda con ellos. Antes
de irme me vuelven a sorprender dándome un bocadillo calentito para el camino. ¡Qué
gran detalle!
Tomo la A-23 dirección Teruel.
Me lo tomo con calma. Hoy son muchos kilómetros pero todo autovía. Me desvío
para ver un pueblo catalogado como de los mas bonitos de España, Anento. No le
falta razón. Pertenece a la provincia de Zaragoza. Se encuentra enclavado en un
pequeño valle verde y fértil con abundante agua que proviene de un nacimiento
cercano llamado Aguallueve. Es muy pequeñito y posee una callejuelas muy
pintorescas. Así mismo, en lo alto existe las ruinas de un viejo castillo defensivo.
Tomo algunas fotografías y continuo mi marcha.
Vuelvo a la A-23 y en hora y
algo llego a la capital turolense. Aquí reposto y tomo un café acompañado del
bocadillo que me prepararon Jhony y María. Me relajo, hace muy buena
temperatura así que almuerzo en la terraza de un bar. A partir de aquí ya no
vuelvo a parar más salvo para repostar ya en Murcia.
Desde la A-23, vino la A-7, la
A-35, la A-33, A-30 y por último, de nuevo la A-7. Llegué a casa sobre las
17:15 horas, justo para ver a mi pareja Rocío que se marchaba a trabajar a las
18:00 horas.
Ya solo me quedaba deleitarme
con la aventura vivida, guardar y ordenar el equipaje, ordenar fotografías,
recuperarme del catarro, y ponerme a escribir este relato.
Conclusión:
No ha
podido ser una aventura más autentica y salvaje. 2500 kilómetros en cinco días.
1000 de esos 2500 por carreteras enrevesadas cruzando todo el Pirineo en tres
días. Ha sido dura e intensa pero en contraposición ha hecho un tiempo
espectacular. He tenido una suerte increíble con esto último. Toda una semana
de sol y buenas temperaturas que han hecho sin dudas mas agradable mi viaje.
Con lluvia y frio hubiera sido muy distinto. Apenas llegué a destino comenzaron
las lluvias. Que detalle de dios, del universo, de la casualidad, del azar o de
la fortuna.
Otro detalle han sido las
gafas de ver. Aunque no suelo llevarlas durante todo el día me he dado cuenta
de que su ausencia en esta aventura hubiera sido decisiva. Decisiva para
disfrutar o pasarlo mal ya que fueron muchísimas horas conduciendo, con la
vista puesta en la carretera continuamente, con la necesidad de mantener una
atención continua por las innumerables curvas y puertos de montaña, y en alguna
ocasión con la caída de la noche.
También quiero hacer mención a
la penosa situación en Cataluña. En todo mi recorrido vi cientos de banderas
independentistas y tan solo dos banderas de España (con lo bonita que es), una
en el cuartel de los Bomberos de Puigcerdà y otra en los Juzgados de Vielha, en
el corazón del Valle de Arán. Chapó por ellos. En Francia, sin embargo, las vi
en muchos lugares.
Por otro lado, como me es
imposible enumerar todos los pueblecitos cruzados y vistos durante el propio
relato, voy a dejar una pequeña relación a continuación de los mimos.
Municipios:
Gerona: Salt, Figueres, Cadaqués,
Castelló d’empuries, Roses, El Port de la Selva, Llança, Sant Climent Sescebes,
Capmany, Darnius, Maçanet de Cabrenys, Molló, Camprodon, Sant Pau de Sègúries, Sant
Joan de les Abadesses, Ripoll, Campdevánol, Ribas de Freser, Puigcerdá, Llivia,
Bolvir, Ger.
Lleida: Sort, Martinet,
Llavorsí, Escaló, Baqueira-Beret, Alto Arán, La Seu de Urgell, Rialp, Belleres
de Cerdanya, Vileha, La Guingueta, Bossot.
Huesca: Formigal, Sallent de
Gállego, Sabiñanigo, Jaca, Villanúa, Canfranc, Canfranc Estación, Candanchú.
Navarra: Izalzu, Ochagavía,
Ezcaroz, Jaurrieta, Abaurrea, Garayoa, Urdax/Dantxarinea, Aribe, Garralda,
Burguete, Roncesvalles, Valcarlos, Errazu, Bera de Bidasoa.
Euskadi: Behobia, Hondarribia,
Irún.
Zaragoza: Anento, Lechón.
Teruel.
Francia: Coustouges,
Saint-Laurent-de-Cerdans, Le Tech, Prats-de-Molló-la-preste,
Bagnéres-de-Luchon, Bordères-Laurun, Arreau, Arglés Gazost, Lourdes, Laruns,
Urdos, Bedous, Sarrance, Issor, Arrette, Aramits, Lanre-en-Barétous, Montory,
Laguinge Restoue, Larrau, Arnéguy, Saint-Etienne-de-Baigory.
Comunidades Autónomas/Regiones(Francia)
rodadas:
Cataluña
Comunidad Valenciana
Aragón
Navarra
Euskadi
Castilla La Mancha
Murcia
Andalucía
Occitania (Francia)
Nueva Aquitania (Francia)
Provincias/Departamentos(Francia)
rodados:
Valencia
Castellón
Tarragona
Barcelona
Gerona
Lleida
Huesca
Zaragoza
Teruel
Navarra
Guipúzcoa
Álava
Murcia
Almería
Albacete
Pyrénées-Orientales (Francia)
Haute-Garonne (Francia)
Hautes Pyrenees (Francia)
Pyrenees Atlantiques (Francia)
Otros
Datos:
Guía de cosas que llevar:
Mono de Agua y cubre botas
Botas y al menos chaqueta de
moto
Arrancador/Batería portátil
Herramientas básicas
Tienda de Campaña, saco y
esterilla
Pañuelos
Enseres de aseo personal
Ibuprofeno o similar
Cámaras de fotografías y/o
video
Reloj GPS
Teléfono móvil
Gafas de Sol y de vista
Frontal LED
Toalla pequeña
Bolsas de plástico para
estanqueizar en caso de lluvia
Cubre mochilas para lluvia
Ropa Térmica interior
4 mudas de ropa interior
Un polar
Chanclas y Zapatillas
Dos mudas de ropa
Gastos
Gasolina…170 euros.
Peajes…27 euros.
Taller…20 euros.
Comida…62 euros.
Alojamiento…97 euros.
Total…376 euros.
Videos de la Ruta:
Etapa 1 y 2... https://www.youtube.com/watch?v=B3uRVdv8uVk&t=1s
Etapa 3... https://www.youtube.com/watch?v=KIADlgdiwxc&t=10s
Etapa 4 y 5... https://www.youtube.com/watch?v=ctH65zcWlzI
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