Traspirenaica en moto, 1000 kilómetros de Cabo a Cabo

 



Ruta Transpirenaica en Moto

Desde Creus a Higuer, del Mediterráneo al Cantábrico, de Gerona a Hondarribia (Guipuzcoa)

 

-        9 de octubre de 2023. Etapa 1: Catarroja(Valencia)-Gerona, 455 kilómetros.

Suena el despertador. Son las 07:00 horas. Tengo dos horas antes de que me recojan de mi nueva casa en Huércal Overa (Almería). Hace apenas un mes me he mudado desde Catarroja (Valencia) y aunque ya he realizado la mudanza me falta traerme a Vigomi, mi moto. Se encuentra allí, en la ciudad del Turia así que hoy me dispongo a recogerla y, antes de volver a casa, realizar una ruta mítica, la Transpirenaica. Desayuno algo fuerte pues creo que estaré bastante tiempo sin comer, preparo los últimos bártulos y puntual me recoge Inmaculada de Bla Bla Car.

Es un viaje agradable y ameno. En apenas cuatro horas estamos en Catarroja, mi destino. Recojo a Vigomi, le doy dos palmaditas en el falso depósito y le susurro algo bonito. No me falles bonita, nos quedan muchos Kilómetros por recorrer juntos y una gran aventura que compartir.

A las 14:00 horas salimos rumbo a Gerona donde pasaremos la primera noche. El viaje es rápido y directo. Todo autovía, AP-7. Paro a repostar en las inmediaciones de Barcelona y llego a Salt (Gerona) sobre las 18:30 horas. Me alojo en un Airbnb. Mi anfitrión se llama Dani. El barrio donde me hospedo parece otro país. Observo muchísima inmigración y jaleo en la calle por lo que temo por Vigomi que pasará la noche al raso pero Dani me dice que es una zona segura y que no pasa nada. Al día siguiente comprobaré que me decía la verdad.

Tras dejar mi equipaje en mi habitación compartida marcho a la capital de Gerona distante apenas 5 kilómetros para conocerla un poco. Doy un paseo de unos 3 kilómetros a la luz de la luna por el centro histórico visitando los lugares más emblemáticos de la ciudad, y vuelvo a Salt para cenar y descansar. Mañana iba a ser un día intenso.

 

-        10 de octubre de 2023. Etapa 2: Gerona-Ripoll, 285 kilómetros.

El despertador suena a las 06:15 horas. No he dormido mal pero como es habitual en mí, no lo he hecho de un tirón. Además noto unas agujetas de caballo fruto de una media maratón que realicé antes de ayer. Me pongo en pie no sin dificultades, y lo primero que hago es mirar la moto desde el balcón, Vigomi parece estar bien. Cojo mi equipaje y salgo sin hacer demasiado ruido para no molestar a mis dos compañeros de habitación. En principio ayer había uno pero de madrugada llegó otro. Antes de salir de la casa, desayuno magdalenas y café. Las primeras las compré ayer en una tienda de barrio de las inmediaciones y el café fue cortesía de Dani que tenía una maquina de capsulas en la cocina.

A las 07:30 horas ya con el equipaje bien atado a Vigomi comienzo a circular. Hace fresco, se nota que la temperatura es mas baja y que ya estamos en otoño. No obstante a lo largo del día irá subiendo obligándome a despojarme de alguna ropa de abrigo.

Tras circular una media hora por la AP-7, paro en Figueres. Quería conocer esta pequeña ciudad. Un compañero de trabajo, Valentín, me había hablado bien de ella. Circulo un poco por la zona vieja pasando al lado de algunos lugares emblemáticos como la Casa-Museo de Salvador Dalí o la impresionante Fortaleza de Sant Ferran.

Luego, por la carretera C-260, me dirijo a la costa para conocer Castelló de Ampuria y Ampuria Brava. Ambos me fascinan. El primero es un pueblecito medieval con una preciosa Joya, la Basílica de Santa María, y el segundo me recordó a Venecia con sus canales serpenteando por las calles de la localidad.

Desde Figueres hasta Castelló de Ampuria una niebla bastante densa me acompañó pero ya en la costa comenzaba a disiparse. La previsión del tiempo, según me había informado, sería bueno. Espero que no falle.

Otra cosa que no puedo dejar de destacar es la gran cantidad de banderas esteladas independentistas que he visto desde que ayer entré en Cataluña. Es un nacionalismo puro que asusta. Me acamparán durante todo mi recorrido por la Comunidad Catalana.

Estaba disfrutando de las espectaculares vistas y aún no había empezado la propiamente dicha Ruta Transpirenaica. Lo que me esperaba por ver superaría con creces todo lo visto hasta ahora.

Desde Ampuria Brava fui a Roses donde otra Fortaleza conocida como La Ciudadela me sorprendió gratamente. Así mismo, sus magníficas playas invitaban al baño y el sol comenzaba tenuemente a calentar. Desde aquí fui a Cadaqués, un pequeño pueblecito costero con muchísimo encanto. Esto iba de mejor a mejor, ¡que maravilla!, me es tan difícil expresar con palabras lo que estaba viendo…

Tras un breve paseo a lomos de Vigomi por Cadaqués, tomo rumbo por la carretera GI-614 al Cabo de Creus. Para llegar aquí hay que tomar una carretera sinuosa, estrecha y algo rota. Mis ojos chirrían y no dan abasto para captar tanta belleza. Ya estamos al comienzo de los Pirineos. Quiero pararme a cada momento, pasear por aquí y por allí, ver cada pueblo… pero lo cierto es que la esencia del viaje es cruzar los Pirineos en moto y no puedo entretenerme continuamente ya que si no necesitaría 10 días en vez de tres.

Son las 10:30 horas y oficialmente comienzo La Transpirenaica. Desde el Cabo de Creus tengo que volver a Cadaqués por el mismo camino y desde aquí me dirijo por la GI- 613 y la GI-612 al Port de la Selva y a Llança. Voy paralelo al mar. Podría haberlo hecho por la montaña pero hay niebla y no voy a ver nada.

Una vez en Llança, tomo la Nacional 260 y luego es un no parar de rutear adentrándome en las montañas por las siguientes carreteras: C-252, GI-603, GI-602, GI-502 y la GI-503. Ahora ya estoy metido de lleno en los Pirineos. Las vistas son maravillosas. Hace un día espléndido y estoy disfrutando como un niño. De repente me doy cuenta de que estoy en Francia desde hace un rato. Fue justo en el Col du Coustouges a 821 metros sobre el nivel del mar cuando lo hice. Únicamente me di cuenta cuando comencé a ver señales en francés. La parte francesa era muy bonita y estaba muy cuidada. Las carreteras eran más sinuosas y enrevesadas y a diferencia de España donde los pueblos están fuera de las vías principales, aquí a menudo los cruzamos. Supongo que esto es normal y que el motivo de lo revirado de las vías es la situación generalizada de estar en la cara Norte del pirineo. Continué por la D-3 y la D-115 hasta llegar de nuevo a un puerto de montaña situado a 1185 metros, el Col de la Seille.

Luego bajada y de nuevo subida hasta el Col du Ares a 1513 metros donde tras cruzarlo, otra vez me encontraba en España, de nuevo en la provincia de Gerona. Ruteé por las carreteras C-38, N-260 y C-26 hasta llegar a Ripoll, mi lugar de parada y descanso hasta el día siguiente.

Hoy había sido un día increíble. Aprovechado e intenso, con un disfrute continuo, con unas vistas privilegiadas por unas carreteras muy divertidas cruzando pueblecitos de ensueño. ¡Que bonito es el Pirineo Gerundés!

Eran casi las 17:00 horas así que tras hospedarme en el Hotel La Trobada, me duché, preparé el equipaje para mañana y justo cuando estaba dispuesto a marchar a dar una vuelta por Ripoll me llaman desde la recepción del hotel indicándome que si podía hacer el favor de mover un poco la moto para que cupiera otro vehículo. Cuando me dispongo a mover la moto descubro que un coche se ha pegado tanto que me impide bajarla del caballete. Me cabreo. Tengo que girar la moto sobre el caballete para poder bajarla y moverla. Durante todo el proceso se encuentra la dueña del hotel y la pareja del coche que iba a aparcar. La primera, agradecida, me invita a una cerveza que bebo sentado en el porche del hotel y el segundo me cuenta su planning de viaje. Salió hace unos días desde Barcelona y está haciendo junto a su mujer la vuelta a Cataluña. Conversamos mirando un mapa en el que tiene señalada la ruta. Me aconseja lugares para visitar pero no podrá ser en este viaje, me quedan muy a desmano. El hombre de unos 70 años de edad poseía un pin con un lacito amarillo en la camiseta. Este lacito es el símbolo para la liberación de los condenados por el referéndum ilegal del Process que se celebró en Cataluña el 1 de octubre de 2017. De política, por supuesto no hablamos. Se que no tendríamos las mismas ideas. Al final me dieron casi las 20:00 horas charlando con él. Tras despedirme, fui a dar una vuelta de unos dos kilómetros por el pueblo. Aproveché para comprar algo para cenar y desayunar el día de mañana y a continuación, marché al hotel a descansar. Ripoll era pequeñito pero tenía su encanto. La caminata, después de tantas horas en moto, me vino bien para estirar las piernas y mover el cuerpo.

 

-        11 de octubre de 2023. Etapa 3: Ripoll(Gerona)-Jaca(Huesca), 550 kilómetros.

A las 06:30 horas estoy en pie. Aún no se el día que me espera hoy pero será largo, muy largo. Noto un picor en la garganta que desde ayer ha ido a más. Creo que estoy resfriándome. Por lo menos las agujetas ya están menguando. Tras desayunar y preparar el equipaje estoy saliendo a lomos de Vigomi sobre las 07:30 horas. Tomo la carretera N-260 dirección Norte. Hace frio. A veces durante la ruta iba sin guantes para poder manipular más fácilmente el móvil o la cámara y no tener que estar quitándomelos y poniéndomelos continuamente. Pero ahora es imposible conducir sin ellos.

Conduzco hasta el Collado de Toses a 1800 metros sobre el nivel de mar y luego me desvío hacia la Estación de Esquí de La Molina. Esta zona es muy bonita y disfruto con las construcciones típicas del lugar así como las montañas que lo rodean. Se nota el cambio de vegetación debido a la altitud. Al comenzar la ruta los arboles eran los protagonistas pero ahora la vegetación baja de alta montaña lo cubre todo dejando ver la roca. Esto me pasará muchas veces durante toda la ruta ya que es un subir y bajar continuo cruzando innumerables puertos de montaña.

Pasado La Molina tomo rumbo a Puigcerdà y Llivia. Había escuchado tanto el primero que no podía no pasar por allí. Se encuentra a escasos kilómetros de la frontera con Francia. Es un pueblo bonito, en un entorno privilegiado y con unas construcciones típicas para soportar el frio invierno y la nieve. Por otro lado, Llivia tiene una situación particular. Es una ínsula de tierra española enclavada en territorio francés. Algo así como el Condado burgalés de Triviño en Navarra o Petilla de Aragón perteneciente a Navarra pero afincado en Aragón. Se encuentra a escasos 5 kilómetros de Puigcerdà y posee un pequeño centro historio medieval así como la farmacia mas antigua de Europa, hoy convertida en museo.

Continuo por la Nacional y la siguiente población grande que me encuentro es La Seu D’Urgell ya en la provincia de Lleida. Doy una pequeña vuelta por el centro y vislumbro la bellísima Catedral de Santa María. No puedo entrar dentro ni detenerme demasiado porque no me fio de dejar la moto con todo el equipaje fuera de mi vista. Esto me pasará durante toda la ruta. Hay lugares a los que debo volver para verlos más detenidamente.

Por el momento hoy la ruta está siendo rápida ya que las carreteras no tienen demasiadas curvas pero lo que no sé es lo está por llegar al final de la jornada… no será fácil. También el sol ha empezado a calentar y ya me va sobrando alguna que otra prenda de abrigo.

Paso el Coll del Cantó situado a 1725 metros y posteriormente llego a la localidad de Sort. Continuo por la C-13 y aquí la carretera comienza a cambiar. Ya no es la típica y cómoda nacional. Ahora se estrecha y se convierte mas en una carretera de montaña. Toca subir otro puerto, el Puerto de la Bonaigua a 2072 metros para luego bajar a Baqueira-Beret y Vielha. Este puerto será el segundo más alto que ascienda por detrás del mítico Tourmalet. El paisaje de alta montaña es precioso y la carretera un disfrute para los moteros. Me cruzo con muchos de ellos y también con bastantes ciclistas. También hay animales en libertad, principalmente vacas y algún que otro rebaño de ovejas. En una curva del puerto observo una bandada de buitres posados en el suelo devorando lo que parecía ser algún animal muerto, probablemente alguna vaca. Fue impresionante ver a aquellas gigantescas aves tan cerca. Estoy en un lugar privilegiado, el Valle de Arán. Cruzo Vielha, un pueblo que vive del invierno y principalmente del Esquí. Me gusta. Reposto. Me atienden estupendamente y continuo por la N230 hasta cruzar el Col du Portillón (1293m) entrando en Francia. Ahora la carretera se convierte en la D618. Observo como en Francia los coches van como locos. Estamos por carreteras de montaña pero parece no importarles demasiado. No sé el índice de accidentes de tráfico que habrá en Francia y también sé que yo voy bastante despacio pero me da la sensación de que la velocidad que llevan muchos no es la adecuada. En el lado español creo apreciar que se conduce con algo más de precaución.

Antes de llegar a Bagneres-de-Luchon tengo un problema mecánico serio. Bajando el puerto el freno trasero deja de funcionar. Bombeo el pedal pero se viene abajo. Comienzo a reducir con el freno de motor y con el delantero y milagrosamente consigo detener la moto antes de llegar a la curva. Estaciono en una explanada y compruebo la moto. El freno no funciona, la acción del pedal no hace efecto. Me pongo a pensar y a contactar con mi hermanos de Club a través de WhatsApp. Los Ovelles Negres de Melilla me dicen que puede ser que me haya entrado aire en el circuito, que debería purgarlo. Pasado un rato observo que aunque mal, vuelve a frenar algo. ¿Se habrá sobrecalentado?. Opto por continuar muy lentamente sin tocar demasiado el freno, solo lo mínimo imprescindible. Pero así no puedo seguir. Todavía queda mucha ruta por delante. El Col du Tourmalet con su bajada empinadísima entre otros. Decido parar en Bagneres y allí hablo con Miguel, un amigo del club y una persona excepcional de mi tierra, Melilla. Me tranquiliza escucharle, siempre está predispuesto a ayudar. Me dice que compre liquido de freno y que mediante videollamada me va a ayudar a pugarlo, comenta que es posible que me haya entrado aire al circuito y que por eso no frena. Accedo, cuelgo y me dispongo a buscar algún lugar donde comprar el dichoso liquido de frenos. Voy a un Lidl, no hay. Después a una gasolinera y desde la cristalera veo que si que tienen. Me pongo contento. Voy a entrar y compruebo que está cerrada. Es autoservicio pero la tienda está cerrada y no hay nadie para abrirme. Me maldigo. Vuelvo en dirección al pueblo y, de casualidad, veo un taller. Bendito sea. Voy hacia él. Aparco la moto y, con una amplia sonrisa y cruzando los dedos, le pregunto a la chica de recepción si habla español. Me dice señalando a uno de los mecánicos que él sí. Espero, y el mecánico, un joven rubio que estaba aparcando un coche se dirige hacia mí. Su español no es muy bueno pero en cualquier caso es infinitamente mejor que mi nulo francés. Le explico como puedo lo que le pasa a la moto. La observa y finalmente tras un rato contemplándola, llama a otro mecánico. Se ponen a hablar y finalmente optan por añadir liquido de frenos y purgar el circuito para extraer el aire. Al cabo de 15-20 minutos parece que lo han conseguido. Me dicen que eso es un taller de coches y que normalmente no hacen esto. Que si no funciona y el freno sigue sin frenar es otro problema mas grave del circuito. Le doy las gracias y le pregunto qué le debo. Habla con la recepcionista y me dice 25 euros. Le pido una rebaja y me lo deja en 20 euros. Creo que no es mal precio. Me ha sacado del apuro, puedo continuar mi viaje y para mas INRI esto es Francia y aquí los precios son mas elevados que en España. Marcho del lugar y pruebo el freno, parece que va bien. Rezo porque así siga.

Aún me queda bastante tiempo para llegar a Jaca, mi destino final. Allí me espera Jhony, un hermano del Club Ovelles que actualmente vive en Zaragoza. Como no le pilla muy lejos quiso venir a Jaca para verme. Cenaríamos juntos y dormiríamos en la Ciudad Oscense. Me siento mal porque se que voy a llegar tarde.

Continuo ahora parando aun menos que antes y pensando en llegar. Paso el Col du Peryresourde (1569m) y tras bajarlo, pronto llego a otro puerto, el Col du Aspin (1489m). Este último me encanta, es muy pintoresco. Además coincido con un motorista que conduce una moto clásica, no alcanzo a ver cuál es pero voy siguiendo su trazada y me facilita enormemente el trabajo. Poco después comienzo la ascensión al mítico Col du Tourmalet a 2115 metros. Esta zona es espectacular, una de las mas bonitas de toda la Transpirenaica. Desde Bagneres hasta la bajada del Tourmalet es una delicia. Voy cruzándome con ciclistas y motoristas. También me cruzo con vacas en medio de la carretera e incluso veo Alpacas. Campan a sus anchas en este su territorio. Es precioso todo. El sol luce en el cielo y el paisaje va cambiando a medida que cojo altitud. El freno funciona bien. Todo es maravilloso y mágico. Todo salvo el tiempo justo con el que voy si quiero ver a mi amigo. Me pararía mucho más de lo que hago. Haría muchas más fotos pero tengo que darme prisa. Ya comienza a atardecer y la noche se me va a echar encima pronto.

Circulo por la D921 y a continuación por la D821. Voy a Argelés-Gazost y luego a Lourdes. Tenía que pasar por aquí. Se que voy a perder un poco de tiempo pero hace muchos años pasé no muy lejos y me quede con el gusanillo. Hoy lo hago realidad. Circulo por las agitadas y tumultuosas calles de Lourdes y veo, desde lejos, eso sí, la famosa y archiconocida Basílica de Lourdes. Me quedo con ganas de ver más, volveré. Deshago el camino hasta Argelés-Gazost de nuevo y emprendo la subida al enésimo puerto del día, el Col du Soulor (1474m) y posteriormente, el Col del Ausbique (1709m) por la carretera D918. En la semioscuridad de la casi noche, el paisaje desolado se hace tan bello…

Pero estoy bastante cansado y para mi desgracia se cierne la noche cerrada sobre mí. Ya no veo nada y comienzo a tener frio. No sé qué temperatura hace pero por las sensaciones se que ha bajado de 10 grados. Paro la moto en la carretera D934 que me lleva al Puerto del Portalet (1794m) después de haber pasado la estación de esquí de Gourette, y me abrigo con ropa que tenía en las maletas. Ahora voy más calentito. Ya me queda apenas una hora para llegar.

El cielo es espectacular, miro hacía arriba y un manto de estrellas lo cubre todo. Las siluetas de las montañas en la oscura noche y los numerosos carteles que advierten del peligro de avalanchas me dicen que estoy en un lugar privilegiado. Como me gustaría acampar aquí, descansar, y quedarme anonadado mirando el infinito celestial para amanecer mañana rodeado de bellas montañas, pero no puedo, Jhony me espera.

Tras 20 kilómetros de puerto, cruzo la frontera del Portalet y por fin estoy en Huesca, Aragón, España, ¡Que alegría!. Por fin puedo ver un Cartel con letras que rezan ‘’Bienvenido a España’’. Ahora me siento en casa, mas que nunca. Paro en las inmediaciones de Formigal para repostar, en la carretera N-260a. Ya solo me quedan 30 minutos. Le mando un WhatsApp a Jhony que me responde que está dando una vuelta por el centro de Jaca.

Casi sin darme cuenta llego a Sabiñánigo y doy una vuelta por las inmediaciones. Tenía ganas de ver este pueblo porque tengo gente querida que proviene de aquí. Es pequeño y lo cruzo, entro por el oeste y salgo por el este.

Ahora sí, tomo dirección Jaca por la A-23 y enseguida arribo. Son las 22:00 horas. Sigo la ubicación que me ha pasado Jhony y por fin llego. No me lo creo. Ha sido un día larguísimo, estoy muy muy cansado y para más desgracia mía, el resfriado que sospechaba esta mañana ya ha llegado fuerte, pero tengo que hacer un último esfuerzo para charlar y compartir un poco de tiempo con mi amigo... En lo referente al catarro, he ido empeorando a medida que el día avanzaba. Tengo mucha mucosidad. Me temo que este frio no me va a venir muy bien.

Dejo la moto aparcada al lado de la suya en el que será nuestro alojamiento en la noche de hoy y nos vamos a cenar al centro de Jaca. La suculenta cena me templa un poco y me devuelve el ánimo. La agradable conversación también ayuda. Después de cenar, damos un paseo a pie por las calles de la pequeña ciudad y finalmente nos retiramos a nuestro aposento a descansar. Ha sido poco tiempo el que hemos compartido juntos pero los acontecimientos han sucedido así. Mañana tendremos oportunidad de compartir más.

 

-        12 de octubre de 2023. Etapa 4: Jaca(Huesca)-Faro Higuer(Hondarribia)-Zaragoza, 610 kilómetros.

A las 07:00 horas suena el despertador. Tengo que seguir pero estoy muy cansado. Además no he dormido bien, el resfriado me está puteando. Pensaba que había puesto el despertador a las 07:30 horas para descansar un poco más pero al parecer me equivoqué.

Comenzamos a recoger los bártulos y nos vamos a desayunar a una cafetería cercana a la espectacular Ciudadela. Este lugar es muy bonito y curioso. Posee un foso en el cual viven ciervos en semilibertad. Ayer los vimos en la sombra de la noche pero hoy podemos contemplarlos en todo su esplendor.

Después de desayunar sin mucha dilación Jhony y yo nos despedimos. Él se marcha de nuevo a Zaragoza y yo continuo hacia el final de La Traspirenaica, el Cabo Higuer, en Hondarribia. Esta noche nos volveremos a ver otra vez pues me quedaré a pernoctar en su casa.

A las 09:00 horas me pongo en marcha. Primero por la N-330 donde a medio camino paro para ver Canfranc y la Estación de Canfrac. El primero es un pueblo pequeñito con mucho encanto y calles empedradas, el segundo es una gigantesca estación de trenes que iba a conectar Francia con España y que quedó en desuso. Hoy en día es un espectacular hotel de 5 estrellas.

Paso por Candanchú y en las montañas observo la estación de Esquí. Pronto llegaran las primeras nieves. Cruzo el Puerto de Somport 1640 metros sobre el nivel del mar y entro a Francia por cuarta vez en este viaje. Ahora la N-134 por la que circulaba se convierte en la D918. Antes de llegar a Oloron-Ste.Marie me desvío a la derecha por la D26 hasta alcanzar el pueblecito de Larrau. El camino hasta llegar aquí es precioso. Ha cambiado. Ya no son los altos pirineos que he dejado atrás. Ahora las montañas son mas bajas y mas húmedas. Se nota la proximidad del mar cantábrico. Me dispongo a subir un espectacular puerto de montaña del mismo nombre que el pueblo Larrau pero me encuentro un cartel que indica que está cerrado. Me paro, pienso y observo. Hace un día precioso y un sol que luce de justicia. No entiendo porque está cerrado. La otra opción que tengo es dar un volteo bastante grande y ascender por otro puerto cerca de Irati. Perdería mucho tiempo. Entonces una mujer muy amable pasa por mi lado y me dice en francés ‘’c'est ouvert’’. No puedo evitar esbozar una sonrisa. La primera razón es porque la he entendido y la segunda porque puedo proseguir mi ruta por donde tenía planeado.

Lo cierto es que no pudo ser mayor acierto. El Puerto de Larrau (1578m) es largo, sinuoso y con mucho desnivel pero intensamente bello. El paisaje de alta montaña vuelve a aparecer por última vez en mi viaje. Una vez arriba del puerto cruzo de nuevo la línea divisoria que separa Francia de España y vuelvo a entrar a mi país. Ahora es Navarra por la que circulo. Primero por la NA-178, luego por la NA-140 y después por la N-135. Cruzo mucho pueblos con encanto y, sobre todo al principio de la bajada del puerto, tengo que esquivar algunas vacas al igual que hice en el Tourmalet.

Ya con signos de cansancio llego a Roncesvalles y al Puerto de Ibañeta (1057m). Son las 15:30 horas aproximadamente. No debo entretenerme mucho pues una vez llegue al final de la Transpirenaica, el Cabo Higuer, tengo que dirigirme raudo y veloz a Zaragoza distante a tres horas de viaje.

Cruzo de nuevo a Francia, esta vez la N-135 se convierte en D933. Pero antes de hacerlo paro a repostar en la última gasolinera española, en la localidad de Valcarlos. La gasolina, a 1’85cts/litros, es cara en comparación con España y barata si la cotejas con Francia. Lleno el depósito, con esto ya llegaré a Hondarribia sin duda.

Llego a Sant Jean Pie de Port algo antes de las 16:00 horas. En este pueblo comienza oficialmente el Camino de Santiago francés. Es precioso. Un pequeño canal lo cruza. Posee una bonita ciudadela en la parte alta. Existe bastante tráfico por su calle principal y hay mucha gente paseando por sus callejuelas. Me encantaría parar y verlo a pie. Callejear y fotografiar rincones pero una vez más tengo que declinar ese deseo. En su lugar voy a una de las entradas de la Ciudadela donde me delito un poco con las murallas. Aquí no había mucha gente, podía aparcar la moto sin dificultad y no alejarme mucho de ella. Tras unos minutos de descanso vuelvo a lomos de Vigomi y continuo recorriendo la región francesa de Pirineos Atlánticos. El paisaje es precioso pero ya no tanto como más al interior, como al principio del día. Eso sí, hace mucha calor. La temperatura ha subido mucho y me sobra ropa. Salgo de Sant Jean Pie de Port y circulo por la D-15 para entrar de nuevo a España. Será breve. Tras subir y bajar el Puerto de Izpegi (672m) tomo la N-121B que me lleva de nuevo a la frontera con Francia, esta vez en la localidad de Dantxarinea. Ya queda poco.

Hace un día estupendo pero tengo mucho calor, tanto que estoy agobiado. Tomo la D-4 y llego al pequeño pueblo de Sare (Sara en español). Subo el último puerto de montaña, el Col de Lizuniaga (220m) y me detengo en la línea divisoria entre Francia y España nuevamente, será la última vez que lo haga en este viaje. Lo hago en una mesa muy curiosa, la mesa de la concordia. La mitad de esta mesa se haya en Francia y la otra mitad en España. Bera de Bidasoa, el pueblo al que me dirijo, y Sare, el que acabo de pasar, celebran aquí cada cinco años una reunión donde establecen pactos de buena vecindad entre ambos municipios. Lo hacen desde hace centenas de años. Los acuerdos culminan con una bonita celebración, con una fiesta. Descanso aquí durante unos minutos evocando tiempos pasados ya que no es la primera vez que estoy en este lugar. Hace, algo mas de diez años, lo hice en una ocasión muy especial y peculiar, y guardo muy buenos recuerdos de aquella época. Que añoranza, como pasa el tiempo…

Retomo la marcha hasta llegar al municipio guipuzcoano de Bera de Bidasoa. Acabo de entrar en la Comunidad autónoma de Euskadi. Bera es un pueblo con mucho encanto repleto de casitas blancas y un entramado de calles en el caso histórico digno de conocer. Observo algunos turistas pasear con mapa y cámara en mano. Me dan algo de envidia porque de tener tiempo de sobra y sitio para el equipaje de la moto, yo haría lo mismo. Vuelvo a lo mío, salgo de Bera y conduzco por la N-121A donde ya no me detengo hasta entrar en Hondarribia. Al principio lo hacía paralelo al bonito rio Bidasoa pero ahora circulo por la ciudad. Hay un trafico infernal que sumado al calor y al malestar catarral hace que esté deseando llegar a mi final y emprender mi vuelta a Zaragoza donde me espera mi Jhony y su pareja.

Sobre las 17:30 horas llego por fin al Faro del Cabo Higuer. Hay mucha gente y poco sitio. Aparco la moto enfrente del Faro para hacer la típica foto y sin demorarme mucho marcho. Estoy bastante agobiado, hay mucha gente, demasiada, y hace calor, también demasiado (unos 34 grados). Es muy urbanita todo, demasiado para mi gusto. Vengo de la tranquilidad de los pirineos, de una agradable temperatura, lejos del bullicio, y toparme de nuevo con esta realidad no me es agradable. Prefiero la tranquilidad de la naturaleza en su autenticidad, lejos de las aglomeraciones de seres humanos. Mientras me hacía la foto y ya a punto de irme comienzan a venir varios motoristas con sus flamantes BMW 1200 GS y alguna KTM Adventure. Ni me saludan… solo uno de ellos se dirige a mi para preguntarme si me iba. No porque le interesará mi persona sino por ocupar mi sitio y colocar todas las motos juntitas para hacerse una foto. Le digo que sí, y me alejo unos metros para no molestarlos. Mientras miro el GPS en el móvil para decidir mi camino de vuelta a Zaragoza, oigo un estruendo que proviene de donde me encontraba. Me giro y veo que una de las motos ha caído al suelo. Observo a los motoristas, uno se lleva las manos a la cabeza. Vaya desastre pienso…

Tras marchar del lugar ya solo me queda salir de Hondarribia y por vías rápidas llegar lo antes posible a Zaragoza. Primero tomo la AP-8, después, la A-15, AP-15 y por último, la AP-68 que me lleva a la capital maña. Tengo que pagar cuatro veces peaje. En total, unos 20 euros… vaya robo… tenía que cogerlos si o si porque la otra opción era ir por carreteras nacionales o comarcales y no me convenían, perdería mucho tiempo.

Paro a medio camino a repostar. Sufro un poco cuando se me enciende la luz de reserva ya que la última gasolinera la pasé hace unos 5 kilómetros y en el cartel anunciaba que no había otra en los próximos cuarenta. Pero llego sin problemas.

A las 21 horas llego a Zaragoza, concretamente al barrio de Santa Isabel, donde Jhony y María me reciben con los brazos abiertos. Me sorprende muchísimo la amabilidad con la que me tratan y la cena que han preparado. Les estoy muy muy agradecido. Me alojo, me ducho y degustamos una suculenta cena de origen venezolana mientras charlamos durante unas horas que se me hicieron muy agradables. Jhony y María son dos personas excepcionales.

 

-        13 de octubre de 2023. Etapa 5: Zaragoza-Huércal Overa(Almería), 680 kilómetros.

Me despierto a las 07:15 horas. Sin demorarme mucho preparo todo el equipaje y subo a desayunar con Jhony y María. ¡Vaya desayuno han preparado!, espectacular. Otra vez más me sorprende muy gratamente su hospitalidad. Charlamos un rato mientras degustamos los manjares que hay en la mesa y sobre las 08:15 horas tanto Jhony como yo marchamos, el se va a trabajar y yo rumbo al sur, a mi nueva casa, en Huércal Overa (Almería) donde pondré fin a mi aventura. Les agradezco enormemente a los dos todo lo que han hecho por mí, de corazón. Estoy en deuda con ellos. Antes de irme me vuelven a sorprender dándome un bocadillo calentito para el camino. ¡Qué gran detalle!

Tomo la A-23 dirección Teruel. Me lo tomo con calma. Hoy son muchos kilómetros pero todo autovía. Me desvío para ver un pueblo catalogado como de los mas bonitos de España, Anento. No le falta razón. Pertenece a la provincia de Zaragoza. Se encuentra enclavado en un pequeño valle verde y fértil con abundante agua que proviene de un nacimiento cercano llamado Aguallueve. Es muy pequeñito y posee una callejuelas muy pintorescas. Así mismo, en lo alto existe las ruinas de un viejo castillo defensivo. Tomo algunas fotografías y continuo mi marcha.

Vuelvo a la A-23 y en hora y algo llego a la capital turolense. Aquí reposto y tomo un café acompañado del bocadillo que me prepararon Jhony y María. Me relajo, hace muy buena temperatura así que almuerzo en la terraza de un bar. A partir de aquí ya no vuelvo a parar más salvo para repostar ya en Murcia.

Desde la A-23, vino la A-7, la A-35, la A-33, A-30 y por último, de nuevo la A-7. Llegué a casa sobre las 17:15 horas, justo para ver a mi pareja Rocío que se marchaba a trabajar a las 18:00 horas.

Ya solo me quedaba deleitarme con la aventura vivida, guardar y ordenar el equipaje, ordenar fotografías, recuperarme del catarro, y ponerme a escribir este relato.

 

Conclusión:

No ha podido ser una aventura más autentica y salvaje. 2500 kilómetros en cinco días. 1000 de esos 2500 por carreteras enrevesadas cruzando todo el Pirineo en tres días. Ha sido dura e intensa pero en contraposición ha hecho un tiempo espectacular. He tenido una suerte increíble con esto último. Toda una semana de sol y buenas temperaturas que han hecho sin dudas mas agradable mi viaje. Con lluvia y frio hubiera sido muy distinto. Apenas llegué a destino comenzaron las lluvias. Que detalle de dios, del universo, de la casualidad, del azar o de la fortuna.

Otro detalle han sido las gafas de ver. Aunque no suelo llevarlas durante todo el día me he dado cuenta de que su ausencia en esta aventura hubiera sido decisiva. Decisiva para disfrutar o pasarlo mal ya que fueron muchísimas horas conduciendo, con la vista puesta en la carretera continuamente, con la necesidad de mantener una atención continua por las innumerables curvas y puertos de montaña, y en alguna ocasión con la caída de la noche.

También quiero hacer mención a la penosa situación en Cataluña. En todo mi recorrido vi cientos de banderas independentistas y tan solo dos banderas de España (con lo bonita que es), una en el cuartel de los Bomberos de Puigcerdà y otra en los Juzgados de Vielha, en el corazón del Valle de Arán. Chapó por ellos. En Francia, sin embargo, las vi en muchos lugares.

Por otro lado, como me es imposible enumerar todos los pueblecitos cruzados y vistos durante el propio relato, voy a dejar una pequeña relación a continuación de los mimos.

 

Municipios:

Gerona: Salt, Figueres, Cadaqués, Castelló d’empuries, Roses, El Port de la Selva, Llança, Sant Climent Sescebes, Capmany, Darnius, Maçanet de Cabrenys, Molló, Camprodon, Sant Pau de Sègúries, Sant Joan de les Abadesses, Ripoll, Campdevánol, Ribas de Freser, Puigcerdá, Llivia, Bolvir, Ger.

Lleida: Sort, Martinet, Llavorsí, Escaló, Baqueira-Beret, Alto Arán, La Seu de Urgell, Rialp, Belleres de Cerdanya, Vileha, La Guingueta, Bossot.

Huesca: Formigal, Sallent de Gállego, Sabiñanigo, Jaca, Villanúa, Canfranc, Canfranc Estación, Candanchú.

Navarra: Izalzu, Ochagavía, Ezcaroz, Jaurrieta, Abaurrea, Garayoa, Urdax/Dantxarinea, Aribe, Garralda, Burguete, Roncesvalles, Valcarlos, Errazu, Bera de Bidasoa.

Euskadi: Behobia, Hondarribia, Irún.

Zaragoza: Anento, Lechón.

Teruel.

Francia: Coustouges, Saint-Laurent-de-Cerdans, Le Tech, Prats-de-Molló-la-preste, Bagnéres-de-Luchon, Bordères-Laurun, Arreau, Arglés Gazost, Lourdes, Laruns, Urdos, Bedous, Sarrance, Issor, Arrette, Aramits, Lanre-en-Barétous, Montory, Laguinge Restoue, Larrau, Arnéguy, Saint-Etienne-de-Baigory.

 

Comunidades Autónomas/Regiones(Francia) rodadas:

Cataluña

Comunidad Valenciana

Aragón

Navarra

Euskadi

Castilla La Mancha

Murcia

Andalucía

Occitania (Francia)

Nueva Aquitania (Francia)

 

Provincias/Departamentos(Francia) rodados:

Valencia

Castellón

Tarragona

Barcelona

Gerona

Lleida

Huesca

Zaragoza

Teruel

Navarra

Guipúzcoa

Álava

Murcia

Almería

Albacete

Pyrénées-Orientales (Francia)

Haute-Garonne (Francia)

Hautes Pyrenees (Francia)

Pyrenees Atlantiques (Francia)

 

Otros Datos:

 

Guía de cosas que llevar:

Mono de Agua y cubre botas

Botas y al menos chaqueta de moto

Arrancador/Batería portátil

Herramientas básicas

Tienda de Campaña, saco y esterilla

Pañuelos

Enseres de aseo personal

Ibuprofeno o similar

Cámaras de fotografías y/o video

Reloj GPS

Teléfono móvil

Gafas de Sol y de vista

Frontal LED

Toalla pequeña

Bolsas de plástico para estanqueizar en caso de lluvia

Cubre mochilas para lluvia

Ropa Térmica interior

4 mudas de ropa interior

Un polar

Chanclas y Zapatillas

Dos mudas de ropa

 

Gastos

Gasolina…170 euros.

Peajes…27 euros.

Taller…20 euros.

Comida…62 euros.

Alojamiento…97 euros.

Total…376 euros.


Videos de la Ruta:

Etapa 1 y 2... https://www.youtube.com/watch?v=B3uRVdv8uVk&t=1s

Etapa 3... https://www.youtube.com/watch?v=KIADlgdiwxc&t=10s

Etapa 4 y 5... https://www.youtube.com/watch?v=ctH65zcWlzI























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